Ojos que no ven, corazón que no siente

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“Dios está en todas partes”, le dice Prahlāda Mahārāja a su demoníaco padre Hiraṇyakaśipu y a sus amigos. Si es así, ¿por qué razón nosotros no podemos ver a Dios y mucho menos sentirlo?

Las escrituras explican que para ello se requiere nirguṇa, es decir, que nuestros ojos y nuestros sentidos en general, estén sin mancha material, por encima de las tres modalidades de la naturaleza material—completamente espiritualizados. De lo contrario, es como pretender ver los cráteres de la luna con una lupa escolar desde la ventana de nuestro cuarto.

Cuando la forma universal apareció ante Arjuna, Le dijo: “Todo está aquí en forma completa. Pero no podrás verme con tus ojos actuales.” (Bhagavad-gītā 11.7-8)

Siguiendo el proceso del bhakti-yoga tal y como nos lo enseña nuestro maestro espiritual Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda, es posible espiritualizar nuestros sentidos completamente. Nārada Muni, logró ese estado y además experimentó ese sambhoga o encuentro directo con Kṛṣṇa.

Nosotros también podemos lograr ese nivel de purificación y por qué no, ver Su tez como nube de lluvia oscura, Sus brazos, Sus ornamentos, Sus pies de loto decorados con símbolos auspiciosos, Su flauta,  escuchar Su voz de trueno retumbante y ver Su joya Kaustubha que cuelga de Su cuello junto con una guirnalda de flores siempre frescas, que atrae a las abejas. Veríamos su encantadora e irresistible sonrisa al igual que Sus atractivas cejas, Sus manos delicadas, Sus pies de suela rojiza y Su ombligo profundo. Veríamos el brillo de Sus deslumbrantes uñas de los pies que se compara con la luz de la luna—apreciaríamos Su plena y eterna juventud.

Luego de que Nārada Muni obtuvo el darśan del Señor, cada uno de los poros de su cuerpo quería servirlo ininterrumpidamente, es decir, él realmente pudo ver y pudo sentir.

Ahora, nuestros ojos no ven y nuestros sentidos en realidad no sienten, porque los estamos empeñando en percibir la ilusión, nos estamos encadenando voluntariamente como aquel hombre en la caverna de Platón embelesado viendo el reflejo de la luz, pero no la luz misma. Lo que vemos y sentimos actualmente dentro de esta cueva, o dentro de este disfraz llamado cuerpo, será ilusorio y temporal hasta que veamos y sintamos con el alma, es decir, hasta que nos empeñemos en actividades espirituales.

¿Queremos ver y sentir realmente? Es necesario abandonar esta cueva, es decir, el disfrute material. El Señor Caitanya, es decir Kṛṣṇa mismo, vino a mostrar la manera práctica y sencilla de hacerlo, y este mismo proceso es el que Śrīla Prabhupāda misericordiosamente también nos enseña.

Es sencillo—siga cuatro principios y cante dieciséis rondas diariamente. Esta es la instrucción de nuestro maestro espiritual Śrīla Prabhupāda. Si la seguimos inmotivada e ininterrumpidamente, podremos ver y sentir a Kṛṣṇa y no solo al Kṛṣṇa de infinitas cabezas, sino al Kṛṣṇa de dos brazos que pastorea a las vacas.

Se empieza con śravaṇa, escuchando. Un servicio devocional inmotivado e ininterrumpido por muy pequeño que sea, siempre y cuando sea a nuestra mejor capacidad (como el de la ardilla que arrojaba pequeños granos de arena al mar con sus patas para ayudarle a los monos a construir el puente a Lanka), nos conducirá a la perfección de la vida. Este es el bhajan del Señor Caitanya, prestar servicio: śuddha-bhakti. De esta manera, incluso al ver el Océano Pacífico, veremos a Kṛṣṇa, esto es amor en separación.

“Amor significa bhajanti, prestar servicio. Eso es amor Ese es el comienzo del amor. Entonces, incluso si no hay amor, si usted, bajo las reglas y regulaciones prescritas, si simplemente presta servicio, entonces desarrollará amor.”

Conferencia de Śrīla Prabhupāda sobre el Bhagavad-gītā 9.27-29 – Nueva York, 19 de diciembre de 1966

Si nos tomamos el proceso del bhakti en serio, es decir como el único y verdadero objetivo de nuestra vida y seguimos cabalmente la instrucción de nuestro maestro espiritual Su Divina Gracia A.C Bhaktivedanta Swami Prabhupāda, podremos ver y sentir a Dios.

Por último recordemos que Kṛṣṇa puede estar justo ahora parado con su flauta a nuestro lado pero sin la cualificación necesaria, seguiremos teniendo unos ojos que no ven y un corazón que no siente.

Por Girivaradhari dasi www.audiovedabase.com

Este articulo aparece en el segundo número de nuestra revista De Vuelta A Krishna, puedes conseguir la versión desde aquí

Kṛṣṇa Kiśora dāsa

En cada pueblo y aldea, al servicio de mi maestro espiritual Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda

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