La meta de la vida no es la complacencia de los sentidos

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Descubrir el misterio del bhakti-yoga, tal como se explica en el verso anterior, es la última etapa de todas las preguntas, o el objetivo más elevado de la persona inquisitiva. Todo el mundo está buscando la autorrealización de diferentes maneras —mediante el karma-yoga, mediante el jñāna-yoga, mediante el dhyāna-yoga, mediante el rāja-yoga, mediante el bhakti-yoga, etc. Dedicarse a la autorrealización es la responsabilidad que tiene toda entidad viviente cuya conciencia está desarrollada. Aquel que posee una conciencia desarrollada, ciertamente que hace preguntas acerca del misterio del yo, la situación cósmica y los problemas de la vida, en todas las esferas y campos —social, político, económico, cultural, religioso, moral, etc.—, y en sus diferentes ramas. Mas aquí se explica cuál es la meta de todas esas preguntas.

La filosofía Vedānta-sūtra comienza con estas preguntas acerca de la vida, y el Bhāgavatam responde a dichas preguntas hasta este punto, que es el misterio de todas las preguntas. El Señor Brahmā quería ser educado perfectamente por la Personalidad de Dios, y aquí está la respuesta del Señor, acabada en cuatro versos resumidos que van desde aham evahasta este verso, etāvad eva. Este es el fin de todos los procesos de autorrealización. Los hombres no saben que la meta última de la vida es Viṣṇu, o la Suprema Personalidad de Dios, porque están confundidos con el reflejo deslumbrante que se encuentra en la oscuridad, y, por ello, todos están entrando en la región más oscura de la existencia material, impulsados por los sentidos descontrolados. Toda la existencia material ha brotado debido a la complacencia de los sentidos, constituida por deseos basados principalmente en el deseo sexual, y el resultado de ello es que, a pesar de todo el avance del conocimiento, la meta final de todas las actividades de las entidades vivientes es la complacencia de los sentidos. Pero he aquí la verdadera meta de la vida, y todo el mundo debe conocerla mediante el proceso de hacerle preguntas a un maestro espiritual genuino que sea experto en la ciencia del bhakti-yoga, o una personalidad viva que lleve la vida Bhāgavatam. Todo el mundo está dedicado a diversas clases de preguntas acerca de las Escrituras, y el Śrīmad-Bhāgavatam les da respuestas a todos los diversos estudiantes de la autorrealización: ese objetivo último de la vida no habrá de ser buscado sin una gran labor o perseverancia. Aquel que está imbuido de esas preguntas sinceras, debe hacerle preguntas al maestro espiritual genuino de la sucesión discipular que proviene de Brahmājī, y esa es la indicación que se da aquí. Debido a que la Suprema Personalidad de Dios reveló el misterio ante Brahmājī, el misterio de todas esas preguntas relacionadas con la autorrealización debe ser planteado ante un maestro espiritual de esa categoría, el cual es el representante directo del Señor, reconocido en esa sucesión discipular. Dicho maestro espiritual genuino es capaz de aclarar todo el asunto mediante pruebas extraídas de las Escrituras reveladas, tanto directas como indirectas. Si bien todo el mundo tiene la libertad de consultar las Escrituras reveladas en relación con esto, aun así se requiere de la guía de un maestro espiritual genuino, y eso es lo que se indica en este verso. El maestro espiritual genuino es el representante más confidente del Señor, y uno debe recibir las indicaciones del maestro espiritual con el mismo espíritu con el que Brahmājī las recibió de la Personalidad de Dios, el Señor Kṛṣṇa. El maestro espiritual genuino de esa genuina cadena de sucesión discipular, nunca dice ser el propio Dios, si bien dicho maestro espiritual es más grande que el Señor en el sentido de que puede entregar al Señor mediante la experiencia que ha adquirido personalmente. Al Señor no se lo ha de encontrar simplemente mediante la educación o una inteligencia buena y fértil, pero el estudiante sincero puede encontrarlo con toda seguridad, a través del medio transparente que es el maestro espiritual genuino.

Las Escrituras reveladas dan indicaciones que conducen directamente a ese fin, pero debido a que las confundidas entidades vivientes están cegadas por el deslumbrante reflejo que aparece en la oscuridad, son incapaces de encontrar la verdad de las Escrituras reveladas. Por ejemplo, en el Bhagavad-gītā, todas las indicaciones apuntan hacia la Personalidad de Dios, el Señor Śrī Kṛṣṇa, pero por la falta de un maestro espiritual genuino, perteneciente a la línea de Brahmājī o del oyente directo, Arjuna, existen diferentes deformaciones del conocimiento revelado, hechas por muchas personas desautorizadas que únicamente quieren satisfacer sus propios caprichos. Indudablemente, el Bhagavad-gītā se acepta como una de las más brillantes estrellas del horizonte del cielo espiritual; sin embargo, las interpretaciones de este gran libro de conocimiento han sido tan notoriamente desvirtuadas, que cada uno de los estudiantes del Bhagavad-gītā se encuentran aún en la misma oscuridad de los deslumbrantes reflejos materiales. Esos estudiantes difícilmente son iluminados por el Bhagavad-gītā. En el Gītā prácticamente se imparte la misma instrucción que en los cuatro versos principales del Bhāgavatam, pero debido a las erróneas interpretaciones de moda que hacen personas desautorizadas, uno no puede llegar a la conclusión final. En el Bhagavad-gītā (18.61) se dice claramente:

īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ
hṛd-deśe ’rjuna tiṣṭhati
bhrāmayan sarva-bhūtāni
yantrārūḍhāni māyayā

El Señor se encuentra situado (como Paramātmā) en los corazones de todos los seres vivientes, y en el mundo material Él los está controlando a todos ellos por medio de Su energía externa. Por lo tanto, se menciona claramente que el Señor es el controlador supremo, y que las entidades vivientes son controladas por el Señor. En el mismo Bhagavad-gītā (18.65), el Señor indica lo siguiente:

man-manā bhava mad-bhakto
mad-yājī māṁ namaskuru
mām evaiṣyasi satyaṁ te
pratijāne priyo ’si me

Con este verso del Bhagavad-gītā queda claro que la indicación que da el Señor es que uno debe tener la mente centrada en Dios, ser devoto del Señor, ser adorador del Señor, y que debe ofrecerle todas las reverencias al Señor Kṛṣṇa. Por hacer eso, el devoto regresará indudablemente a Dios, de vuelta al hogar.

Śrīmad-Bhāgavatam 2.9.36 – Significado

Por Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda

Fundador y Actual Ācārya (maestro espiritual iniciador) del movimiento Hare Krishna
“Si me marcho, no hay causa de lamentación. Siempre estaré con ustedes a través de mis libros y mis ordenes. Siempre permaneceré con ustedes de esa forma.”

(Mayo 5, 1977)

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Kṛṣṇa Kiśora dāsa

En cada pueblo y aldea, al servicio de mi maestro espiritual Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda

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