Aquí se afirma que la Suprema Personalidad de Dios reside dentro del corazón como Superalma. Su posición se explica también en el Bhagavad-gītā: La Superalma permanece al lado del alma individual y actúa como testigo. Esto se confirma también en otra sección de las Escrituras védicas: En el árbol del cuerpo hay dos pájaros; uno es testigo, y el otro come los frutos del árbol. En el Bhagavad-gītā (13.23) se describe a Paramātmā, este puruṣa, que reside en el cuerpo del alma individual, como upadraṣṭā, el testigo, y anumantā, la autoridad que sanciona. El alma condicionada pasa por la felicidad y la aflicción que le corresponden al cuerpo dispuesto para ella por la energía externa del Señor Supremo. Pero Paramātmā, el ser viviente supremo, es distinto del alma condicionada. En el Bhagavad-gītā se Le describe como maheśvara, el Señor Supremo. Él es Paramātmā, no jīvātmā. Paramātmā significa «la Superalma», y acompaña al alma condicionada solo para sancionar sus actividades. El alma condicionada viene al mundo material para enseñorearse de la naturaleza material. Como no se puede hacer nada sin la sanción del Señor Supremo, Él vive con el alma jīva como testigo y sancionador. Él también es bhoktā; Él sustenta y mantiene al alma condicionada.
Puesto que las entidades vivientes son por constitución partes integrales de la Suprema Personalidad de Dios, el Señor es muy afectuoso con ellas. Desafortunadamente, la entidad viviente confundida o ilusionada por la influencia de la energía externa se olvida de su relación eterna con el Señor, pero tan pronto como cobra conciencia de su posición constitucional, se libera. La diminuta independencia del alma condicionada se manifiesta en su posición marginal. Si quiere, puede olvidar a la Suprema Personalidad de Dios y venir a la existencia material con un ego falso para enseñorearse de la naturaleza material, pero si lo prefiere, puede volver el rostro hacia el servicio del Señor. La entidad viviente individual recibe esa independencia. Tan pronto como vuelve el rostro hacia el Señor, su vida condicionada se termina, y obtiene el éxito en la vida; pero si abusa de su independencia, entra en la existencia material. Aun así, el Señor es tan bondadoso que permanece siempre con el alma condicionada como Superalma. El interés del Señor no es disfrutar o sufrir en el cuerpo material. Él permanece con la jīva simplemente como un sancionador y testigo, de modo que la entidad viviente pueda recibir los resultados, buenos o malos, de sus acciones.
Fuera del cuerpo del alma condicionada, la Suprema Personalidad de Dios permanece como el factor tiempo. En el sistema de filosofía sāṅkhya, hay veinticinco elementos. Los veinticuatro ya enumerados más el factor tiempo suman veinticinco. Algunos filósofos eruditos incluyen a la Superalma, lo que hace un total de veintiséis elementos.
Śrīmad-Bhāgavatam 3.26.18 – Significado
Por Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Fundador y Actual Ācārya (maestro espiritual iniciador) del movimiento Hare Krishna
“Si me marcho, no hay causa de lamentación. Siempre estaré con ustedes a través de mis libros y mis ordenes. Siempre permaneceré con ustedes de esa forma.”
(Mayo 5, 1977)
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