Aquí el Señor Chaitanya bailó con animales en harinam extático. Todos los animales como el tigre, el querido elefante, el mono, etc., todos bailaban sobre dos patas y cantaban con lágrimas en los ojos. Por la misericordia del Señor Chaitanya, la montaña se derritió y tenía las huellas de todos los animales y del señor Chaitanya.
Jharkhand es el famoso tramo de densos bosques a través del cual el Señor Chaitanya Mahaprabhu viajó en Su viaje de Jagannatha Puri a Vrindavana, acompañado por Su sirviente, Balabhadra Bhattacarya, y un Brahmana asistente que llevaba Su cántaro de agua y sus vestiduras.
El Señor Chaitanya hizo que los animales salvajes bailaran y cantaran con amor extático por Dios.
Leemos con gran placer la sección del Caitanya-caritamrita que describe los asombrosos pasatiempos del Señor en esa selva:
- Texto 26:
- Mientras el Señor andaba por la jungla lleno de éxtasis, acudían a Él manadas de tigres, elefantes, rinocerontes y jabalíes, y el Señor pasaba directamente en medio de ellos.
- Texto 27:
- Balabhadra Bhaṭṭācārya sentía mucho miedo al verles, pero, por la influencia de Śrī Caitanya Mahāprabhu, todos los animales se hacían a un lado.
- Texto 28:
- Un día había un tigre acostado en el camino, y Śrī Caitanya Mahāprabhu, que caminaba lleno de amor extático, le tocó con los pies.
- Texto 29:
- El Señor dijo: «¡Canta el santo nombre de Kṛṣṇa!». El tigre se levantó inmediatamente y se puso a danzar y a cantar: «¡Kṛṣṇa! ¡Kṛṣṇa!».
- Texto 30:
- Otro día, mientras Śrī Caitanya Mahāprabhu Se bañaba en un río, una manada de elefantes enloquecidos bajó a beber agua.
- Texto 31:
- Mientras el Señor Se bañaba y murmuraba el mantra gāyatrī, los elefantes llegaron ante Él. El Señor inmediatamente les salpicó con agua y les pidió que cantasen el nombre de Kṛṣṇa.
- Texto 32:
- Los elefantes cuyos cuerpos fueron tocados por el agua que el Señor les había salpicado empezaron a decir: «¡Kṛṣṇa! ¡Kṛṣṇa!», y a danzar y cantar en éxtasis.
- Śrī Caitanya-caritāmṛta Madhya-līlā 17.26-32
Todas las criaturas del bosque, animales, pájaros, árboles y enredaderas, se enloquecieron por el santo nombre de Krishna vibrado por Sri Chaitanya Mahaprabhu. El Señor también despertó el amor extático de Dios en los corazones de la gente de la selva. Estaba tan inmerso en el amor puro de Dios que dio por sentado que el bosque de Jarikhanda era Vrindavana y los ríos que Él vio el río Yamuna.