Existe un número ilimitado de entidades vivientes que se encuentran en diferentes variedades de cuerpos, algunos móviles y otros fijos, y la vida condicionada de esas entidades vivientes se debe solo a que han olvidado su relación eterna con la Suprema Personalidad de Dios. Cuando la entidad viviente quiere enseñorearse de la energía material imitando la posición de Kṛṣṇa, de inmediato es capturada por la energía material y, de acuerdo con su deseo, se le ofrece una variedad de 8.400.000 diferentes clases de cuerpos. La entidad viviente ilusionada cree con falsedad ser el amo de todo lo que ve, si bien padece las tres clases de sufrimiento de la existencia material. La entidad viviente se encuentra tan enredada por el hechizo de la energía material, la cual representa a las tres cualidades materiales, que no es posible en absoluto que se libere, a menos que reciba la gracia del Señor Supremo. La entidad viviente no puede vencer con su propio esfuerzo la influencia de las modalidades materiales de la naturaleza, pero debido a que la naturaleza material está funcionando bajo el control del Señor Supremo, el Señor se encuentra más allá de su jurisdicción. A excepción de Él, todas las entidades vivientes, desde Brahmā hasta una hormiga, son conquistadas por el contacto con la naturaleza material.
Solo el Señor se encuentra más allá del hechizo de la naturaleza material, debido a que posee a plenitud las seis opulencias: riqueza, fuerza, fama, belleza, conocimiento y renunciación. La entidad viviente no puede acercarse a la Suprema Personalidad de Dios, a menos que posea plena conciencia de Kṛṣṇa; aun así, el Señor, con Su omnipotencia, puede darle indicaciones internamente en la forma de la Superalma. En el Bhagavad-gītā, el Señor aconseja: «Todo lo que hagas, hazlo por Mí; todo lo que comas, primero que todo ofrécemelo a Mí; toda caridad que quieras dar, primero dámela a Mí; y cualesquiera austeridades y penitencias que quieras ejecutar, ejecútalas por Mí». En esa forma, los karmīs son dirigidos para que gradualmente desarrollen conciencia de Kṛṣṇa; de forma similar, Kṛṣṇa dirige a los filósofos para que se acerquen a Él gradualmente, haciendo el discernimiento entre Brahman y māyā. Finalmente, cuando uno madura en lo referente a conocimiento, se rinde a Kṛṣṇa. Como Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā: «Después de muchos, muchos nacimientos, el filósofo sabio se rinde a Mí». A los yogīs también se les dirige para que concentren su meditación en Kṛṣṇa, meditando en Él tal como se encuentra en el corazón, y por medio de ese proceso continuo de conciencia de Kṛṣṇa, el yogī puede liberarse de las garras de la energía material. Pero, como se afirma en el Bhagavad-gītā, debido a que los devotos están dedicados al servicio devocional con amor y afecto desde el mismo comienzo, el Señor los dirige de manera tal que pueden acercarse a Él sin dificultad ni desviación alguna. Solo por la gracia del Señor puede la entidad viviente comprender cuál es la posición exacta de Brahman, Paramātma y Bhagavān.
Las afirmaciones de los Vedas personificados dan una prueba clara de que la literatura védica se presenta solo para comprender a Kṛṣṇa. Se confirma en el Bhagavad-gītā que a través de todos los Vedas es solo Kṛṣṇa lo que ha de ser comprendido. Kṛṣṇa siempre se encuentra disfrutando, bien sea en el mundo material o en el mundo espiritual, debido a que Él es el supremo disfrutador, para Él no hay diferencia entre el mundo material y los mundos espirituales. El mundo material constituye un impedimento para las entidades vivientes ordinarias, debido a que se encuentran bajo su control, pero Kṛṣṇa, siendo el controlador del mundo material, no tiene nada que ver con los impedimentos que este presenta. Por lo tanto, los Vedas declaran en diferentes partes de los Upaniṣads: «El Brahman es eterno, está lleno de conocimiento y de toda bienaventuranza, pero la Única y Suprema Personalidad de Dios existe en el corazón de toda entidad viviente». Debido a Su omnipresencia, Él puede entrar no solo en los corazones de las entidades vivientes, sino incluso en los átomos. Como la Superalma, Él es el controlador de todas las actividades de las entidades vivientes, Él vive dentro de todas ellas y es testigo de sus acciones, permitiéndoles que actúen de acuerdo con sus deseos, y también dándoles los resultados de sus diferentes actividades. Él es la fuerza vital de todas las cosas, pero aun así, Él es trascendental a las cualidades materiales. Él es omnipotente, Él es experto en fabricar todo, y, debido a Su conocimiento natural y superior, Él puede poner a todo el mundo bajo Su control. Por ello, Él es el amo de todos. Algunas veces, Él se manifiesta en la superficie del globo, pero simultáneamente se encuentra dentro de toda la materia. Con el deseo de expandirse en múltiples formas, Él lanzó una mirada sobre la energía material, y así se manifestaron innumerables entidades vivientes. Todo es creado por Su energía superior, y se observa que todo aquello que se encuentra en Su creación ha sido hecho a la perfección, sin deficiencia alguna.
Por Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios Capítulo 87