En el sistema de yoga, tal como se describe en este capítulo, hay dos clases de samādhi, llamados samprajñāta-samādhi y asamprajñāta-samādhi. Cuando uno se sitúa en la posición trascendental por medio de diversas investigaciones filosóficas, se dice que ha logrado el samprajñāta-samādhi. En el asamprajñāta-samādhi deja de haber toda relación con el placer mundano, ya que entonces uno se vuelve trascendental a toda clase de felicidad que procede de los sentidos. En cuanto el yogī se sitúa en esa posición trascendental, jamás es movido de ella. A menos que el yogī logre alcanzar esa posición, no tiene éxito. La supuesta práctica de yoga de hoy en día, que entraña diversos placeres de los sentidos, es contradictoria. Un yogī que se entrega a la vida sexual y al consumo de sustancias estimulantes o embriagantes es un hazmerreír. Incluso aquellos yogīs que están atraídos a los siddhis (las perfecciones) del proceso de yoga no están en la posición perfecta. Si a los yogīs los atraen los subproductos del yoga, entonces no pueden alcanzar la etapa de la perfección, tal como se declara en este verso. Por consiguiente, las personas que se entregan a la práctica ostentosa de proezas gimnásticas o de siddhis han de saber que la finalidad del yoga se pierde de ese modo.
En el sistema de yoga, tal como se describe en este capítulo, hay dos clases de samādhi, llamados samprajñāta-samādhi y asamprajñāta-samādhi. Cuando uno se sitúa en la posición trascendental por medio de diversas investigaciones filosóficas, se dice que ha logrado el samprajñāta-samādhi. En el asamprajñāta-samādhi deja de haber toda relación con el placer mundano, ya que entonces uno se vuelve trascendental a toda clase de felicidad que procede de los sentidos. En cuanto el yogī se sitúa en esa posición trascendental, jamás es movido de ella. A menos que el yogī logre alcanzar esa posición, no tiene éxito. La supuesta práctica de yoga de hoy en día, que entraña diversos placeres de los sentidos, es contradictoria. Un yogī que se entrega a la vida sexual y al consumo de sustancias estimulantes o embriagantes es un hazmerreír. Incluso aquellos yogīs que están atraídos a los siddhis (las perfecciones) del proceso de yoga no están en la posición perfecta. Si a los yogīs los atraen los subproductos del yoga, entonces no pueden alcanzar la etapa de la perfección, tal como se declara en este verso. Por consiguiente, las personas que se entregan a la práctica ostentosa de proezas gimnásticas o de siddhis han de saber que la finalidad del yoga se pierde de ese modo.
Por Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
El Bhagavad-gītā Tal Como Es 6.20-23 – Significado