Si se protege bien la tierna enredadera del servicio devocional, entonces gradualmente producirá el fruto del amor puro por Dios. Amor puro por Dios significa amor que no está teñido por el deseo de conseguir beneficio material, mero entendimiento filosófico ni resultados fruitivos. Amor puro consiste en saber: «Dios es grande, yo soy parte integral de Él y, por lo tanto, Él es mi supremo objeto de amor». Esta conciencia constituye la perfección mas elevada de la vida humana y el objetivo máximo de todos los métodos de autorrealización. Si alcanzamos ese punto – Dios es mi único amado, Kṛṣṇa es el único objeto de amor – , entonces nuestra vida es perfecta. Y cuando saboreamos esa relación trascendental con Kṛṣṇa, sentimos entonces verdadera felicidad. La enredadera devocional estará entonces tan fuertemente protegida, que sólo por asirnos a ella, podremos alcanzar el destino supremo. Si vamos subiendo a un árbol, al final llegaremos a la cima. De igual manera, si podemos obtener amor por Dios asiéndonos a esa enredadera devocional, no hay ninguna duda de que alcanzaremos la morada trascendental de Kṛṣṇa y nos relacionaremos con Él personalmente, de la misma manera en que nos estamos relacionando aquí, cara a cara.
Dios no es ficticio ni imaginario. Él es tan real como nosotros. (En realidad, nosotros somos víctimas de la ilusión; estamos viviendo como si este cuerpo fuera nuestro verdadero yo, si bien este cuerpo no es una realidad en absoluto, sino sólo una manifestación temporal.) Nos atrevemos a suponer que no hay Dios, o que Él no tiene forma. Esa especulación mental se debe a un escaso acopio de conocimiento. El Señor Kṛṣṇa y Su morada existen, y podemos ir allá, alcanzarlo a Él y relacionarnos con Él. Eso es un hecho. Vida espiritual significa tener la compañía del Señor Supremo, y existir eternamente con bienaventuranza y conocimiento. Esa compañía eterna significa jugar con Kṛṣṇa, bailar con Kṛṣṇa y amar a Kṛṣṇa. O que Kṛṣṇa puede volverse nuestro hijo… lo que queramos.
Hay cinco relaciones primarias con Kṛṣṇa: como devoto pasivo, como sirviente, como amigo, como padre o madre, y como amante. Las vacas de la morada de Kṛṣṇa también son almas liberadas. Ellas reciben el nombre de vacas surabhi. Hay muchas pinturas populares que muestran cómo Kṛṣṇa ama a las vacas, cómo las abraza y las besa. Esa relación pasiva con Kṛṣṇa se denomina śanta. La felicidad perfecta de ellas se logra cuando Kṛṣṇa se acerca y simplemente las toca.
Otros devotos se inclinan por prestar servicio concretamente. Ellos piensan: «Kṛṣṇa quiere sentarse. Voy a acomodar un lugar para Él. Kṛṣṇa quiere comer. Voy a buscarle alguna comida sabrosa». Y ellos de hecho se ocupan de hacer todo eso. Otros devotos juegan con Kṛṣṇa como amigos, en una relación de igualdad. Ellos no saben que Kṛṣṇa es Dios; para ellos, Kṛṣṇa es su amigo adorable, y no pueden olvidarlo a Él ni por un momento. Todo el día y toda la noche piensan en Kṛṣṇa. En la noche, cuando están durmiendo, piensan: «¡Oh!, por la mañana iré a jugar con Kṛṣṇa». Y en la mañana, van a la casa de Kṛṣa y esperan cerca, mientras Kṛṣṇa es adornado por Su madre antes de salir a jugar con Sus amigos por los campos. No hay ninguna otra actividad en Kṛṣṇaloka (la morada de Kṛṣṇa). No hay industria, no hay carreras a la oficina ni ninguna de esas necedades. Hay bastante leche y mantequilla, y todo el mundo come en abundancia. Kṛṣṇa quiere mucho a Sus amigos, y a veces disfruta robando mantequilla para ellos. Podemos verdaderamente vivir de esa manera, y ésa es la perfección de la existencia. Debemos ansiar esa etapa perfecta de la vida. El cultivo de la conciencia de Kṛṣṇa es el proceso para alcanzarla.
Pero mientras tengamos tan siquiera un ligero apego por este mundo material, tenemos que permanecer aquí. Kṛṣṇa es muy estricto. Él no permite que nadie que tenga algún vestigio del concepto material de la vida esté con Él. El bhakti debe estar libre de contaminación material. No piense: «Yo soy un erudito muy entendido. Encontraré lo que es la Verdad Absoluta por medio de la especulación mental». Eso es una necedad; puede continuar especulando indefinidamente, y nunca encontrará la fuente de todas las fuentes. Se dice en la Brahma-saṁhitā: «Podemos continuar especulando acerca de la Verdad Absoluta durante millones y millones de años, y aun así no se nos revelará». Podemos pudrirnos en este mundo material como ya lo estamos haciendo, y seguir especulando, pero ése no es el proceso correcto. He aquí el proceso: bhakti-yoga.
El Señor Caitanya dice que ofrecer servicio devocional a Kṛṣṇa es la etapa más elevada y perfecta de la vida, y, comparada con ésta, todas las demás cosas que la gente anhela en este mundo material son como burbujas en el océano. Por lo general, la gente se encuentra en busca de recompensas, y por eso se vuelve religiosa. La gente dice: «Yo soy hindú», «Yo soy cristiano», «Yo soy judío», «Yo soy mahometano», «Yo soy esto, yo soy aquello, y, por lo tanto, no puedo cambiar mi religión. No puedo aceptar a Kṛṣṇa». Eso se denomina religiosidad, dharma. Con una idea de religión así de materialista y sectaria, ellos se pudrirán en el mundo material, aferrados a rituales y fe. Ellos se encuentran bajo la impresión de que, si siguen sus principios religiosos, obtendrán prosperidad material. Por supuesto, si uno se aferra a cualquier clase de fe religiosa, recibirá facilidades para la vida material.
¿Por qué quiere la gente esa prosperidad material? Para la complacencia sensual. La gente piensa: «Tendré una esposa muy hermosa. Tendré muy buenos hijos. Tendré un puesto muy bueno. Me volveré presidente. Me volveré primer ministro». Eso es complacencia sensual. Y cuando se hayan frustrado y hayan visto que ser rico o alcanzar la presidencia no puede darles felicidad, después de exprimir todo el sabor de la vida sexual, cuando se encuentren completamente frustrados, entonces quizás se entreguen al LSD y traten de volverse uno con la nada. Pero esa necedad no puede darles felicidad. He aquí la felicidad: deben acudir a Kṛṣṇa. De lo contrario, eso terminará en confusión de LSD y en paseos por los conceptos nihilistas impersonales. La gente está frustrada. Han de estar frustrados si no tienen vida espiritual genuina, pues la persona es espiritual por naturaleza.
¿Cómo puede alguien ser feliz sin Kṛṣṇa? Supónganse que alguien es lanzado al océano. ¿Cómo puede ser feliz ahí? Eso no es para nosotros. Puede que alguien sea un nadador muy bueno, pero ¿por cuánto tiempo será capaz de nadar? Finalmente se cansará y se ahogará. En forma similar, somos espirituales por naturaleza. ¿Cómo podemos ser felices en el mundo material? No es posible. Pero los hombres están tratando de permanecer aquí, haciendo muchísimos ajustes temporales de supervivencia. Ese remiendo no es felicidad. Si realmente quieren felicidad, he aquí el proceso: deben cultivar amor por Dios. A menos que puedan amar a Kṛṣṇa, a menos que terminen con el amor por los gatos, los perros, el país, la nación y la sociedad, y en vez de ello concentren su amor en Kṛṣṇa, no hay posibilidad de felicidad. Rūpa Gosvāmī ha dado un ejemplo muy bueno en relación con esto: hay muchas drogas que lo saturan a uno de ideas o alucinaciones. Pero Rūpa Gosvāmī dice que, a menos que probemos esa droga final del amor por Dios, kṛṣṇa-prema, tendremos que ser capturados por la meditación, el monismo impersonal y muchísimas otras distracciones.
Caitanya Mahāprabhu dice que, para alcanzar el amor puro por Kṛṣṇa, tenemos que ejecutar servicio devocional, conciencia de Kṛṣṇa. Tenemos que dedicarnos exclusivamente a servir a Kṛṣṇa. La etapa más elevada y perfecta de la devoción pura consiste en estar libre de todos los deseos materiales, de toda la especulación mental y de todas las actividades fruitivas. El principio básico de la devoción pura es que no podemos mantener ningún otro deseo que no sea el de volverse plenamente consciente de Kṛṣṇa. Incluso si sabemos que todas las demás formas de Dios son también Kṛṣṇa, no debemos adorar ninguna otra forma, sino que debemos concentrarnos en la forma de Kṛṣṇa. Kṛṣṇa tiene muchas formas, pero tenemos que adorar únicamente a Kṛṣṇa en la forma en la que Él está con la flauta, como en la Deidad Rādhā-Kṛṣṇa. Simplemente concéntrense en esa forma, y toda la especulación mental y las actividades fruitivas se desprenderán. Tenemos que cultivar conciencia de Kṛṣṇa en una forma favorable, y eso significa ejecutar servicio mediante el cual Kṛṣṇa Se sienta satisfecho. No se desarrolla conciencia de Kṛṣṇa por uno fabricar su propio sendero. Puede que yo crea que estoy haciendo algo con conciencia de Kṛṣṇa, pero ¿quién lo ha sancionado? Por ejemplo, en la Bhagavad-gītā, Arjuna vaciló en pelear debido a ciertas razones morales, pero él estaba viendo la situación desde el plano de las actividades fruitivas, en el cual se tiene que disfrutar o sufrir los resultados. Él estaba considerando que, si mataba a los miembros de su familia, quedaría entonces sujeto a muchas reacciones. Esa conclusión, sin embargo, no fue sancionada por Kṛṣṇa. La ley de acción y reacción del mundo material se denomina karma, pero el servicio devocional trasciende el karma.
El amor puro debe estar libre de todos los vestigios de actividades fruitivas (karma) y de todos los vestigios de especulación mental y deseo material. Ese servicio devocional puro debe estar favorablemente concentrado en Kṛṣṇa. «Favorablemente» significa conforme con lo que Él desea. Kṛṣṇa deseaba que la batalla de Kurukṣetra se llevara a cabo; fue todo organizado por Él. A Arjuna se le dijo: «Tú estás pensando a tu propia manera, pero, incluso si no peleas, ten la seguridad de que, debido a que ha sido decidido por Mí, ninguno de estos guerreros que están aquí reunidos irá de regreso a su casa. Todos serán matados aquí. Ya ha sido decidido». El deseo de Dios es tal que no se puede cambiar. Kṛṣṇa tiene dos cualidades: Él puede proteger, y Él también puede matar. Si Él quiere matar a alguien, no hay poder en el mundo que pueda protegerlo, y si Él protege a alguien, no hay poder en el mundo que pueda matarlo. El deseo de Kṛṣṇa es supremo. Por lo tanto, tenemos que acoplar nuestros deseos al de Kṛṣṇa. Sea cual fuere el deseo de Kṛṣṇa, nadie puede anularlo y dejarlo sin validez, debido a que Él es el Señor Supremo. Por lo tanto, es nuestro deber acoplar nuestros actos al deseo de Kṛṣṇa; pero no fabricar una acción y luego declarar: «Estoy haciendo esta acción con conciencia de Kṛṣṇa». Tenemos que ser muy cuidadosos en averiguar si Kṛṣṇa verdaderamente lo quiere. Ese conocimiento autorizado lo instruye el representante de Kṛṣṇa. En nuestras oraciones de alabanza al maestro espiritual, estamos cantando diariamente: «Si se satisface al maestro espiritual, entonces Dios estará satisfecho. Y si no satisfacemos a nuestro maestro espiritual, entonces no hay ninguna manera de que complazcamos a Dios».
Por lo tanto, hasta donde sea posible, tenemos que ejecutar la orden de nuestro maestro espiritual. Eso nos permitirá progresar. Ésa es la esencia de la ejecución favorable del proceso de conciencia de Kṛṣṇa. En mi vejez he venido a América, y estoy tratando de enseñar conciencia de Kṛṣṇa debido a que mi maestro espiritual me dio la orden de que yo debía hacerlo. Es mi deber. Yo no sé si voy a lograr el éxito o si voy a fracasar. Eso no importa; mi deber se cumple si puedo presentar ante ustedes todo lo que he oído de labios de mi maestro espiritual. Eso se denomina ejecución favorable del proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Aquellos que son verdaderamente serios deben recibir la orden de Kṛṣṇa a través del representante de Kṛṣṇa como si fuera su vida y su alma. Aquel que se aferra a este principio, progresará sin lugar a dudas. Caitanya Mahāprabhu habló de esa manera, y mi maestro espiritual solía decir: «El maestro espiritual es el medio transparente». Por ejemplo, yo puedo ver muy bien las letras de este libro a través de estos anteojos transparentes, sin los cuales no podría ver, debido a que mis ojos están defectuosos. En forma similar, todos nuestros sentidos están defectuosos. No podemos ver a Dios con estos ojos, no podemos oír Hare Kṛṣṇa con estos oídos, no podemos hacer nada si no actúa como medio el maestro espiritual. Así como un ojo defectuoso no puede ver si no utiliza los anteojos como medio, así mismo no podemos acercarnos al Señor Supremo si el maestro espiritual no actúa como medio transparente. «Transparente» significa que el medio debe estar libre de contaminación. Si es transparente, se puede ver a través de él.
En la consecución del amor puro por Dios, tenemos que ocupar nuestros sentidos: sarvendriya, todos los sentidos. Eso significa que la vida sexual también ha de ocuparse en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. El concepto de Dios como padre o madre no nos permite ocupar la vida sexual al servicio del Señor, debido a que no hay relación sexual con el padre y la madre. Pero en el concepto de Dios como amante hay también actividad sexual. Por lo tanto, Caitanya Mahāprabhu dio la información más perfecta acerca de nuestra ocupación en relación con el Señor Supremo. En otras concepciones religiosas de la vida, Dios es a lo sumo tomado como el padre o la madre. En la India, muchos adoradores toman a la diosa Kālī como la representación de Dios. Desde luego que eso no está sancionado, pero la creencia existe. Y también en la religión cristiana el concepto es que Dios es el padre. Pero Caitanya Mahāprabhu nos informa que podemos incluso tener actividad sexual con el Señor. Esa información constituye la contribución única de Caitanya Mahāprabhu. En este mundo material, la actividad sexual se considera la más elevada de todas, el placer más grande de todos, si bien existe sólo en una forma pervertida. Sin embargo, nadie ha concebido que puede haber actividad sexual en el mundo espiritual. No existe ni un solo ejemplo de una teología semejante en ninguna parte del mundo entero. Esta información la da por vez primera Caitanya Mahāprabhu: podemos tener a la Suprema Personalidad de Dios como esposo, como amante. Eso es posible en la adoración de Rādhā y Kṛṣṇa, pero nadie, especialmente los impersonalistas, puede entender a Rādhā-Kṛṣṇa. Los impersonalistas no tienen ninguna idea de ello; ellos no pueden ni siquiera concebir que Dios tiene forma. Pero Caitanya Mahāprabhu dice que Dios no sólo tiene forma, sino también vida sexual. Ésa es la más elevada contribución de Caitanya Mahāprabhu.
Podemos servir al Señor Supremo en diversas relaciones, pero en el mundo material esas relaciones existen sólo como reflejos pervertidos. ¿Cuál es nuestra actividad en relación con este mundo material? ¿Cuáles son nuestras ideas acerca de la sociedad, la amistad y el amor? Todas ellas están basadas en el concepto material de la vida. En la sociedad, algunos desempeñan la función de padre o madre de un hijo, y otros se relacionan como esposo y esposa, amante y amada. Hay también otros rasas (relaciones), tales como relacionarse con otro individuo como enemigo de él. Hay doce relaciones diferentes, de entre las cuales cinco son predominantes. Las otras siete son relaciones indirectas, tales como, por ejemplo, ser enemigo de alguien. Por lo general, existe una relación entre enemigos, incluso entre un asesino y aquel a quien asesina. Sin embargo, en lo que concierne a nuestra relación con Kṛṣṇa, incluso si uno establece una relación como Su enemigo, su vida es un éxito. Por lo tanto, cuando ocupamos nuestros sentidos en Kṛṣṇa, podemos establecer una relación de entre doce variedades diferentes, de las cuales cinco variedades son directas, y siete son indirectas.
Cuando Kṛṣṇa apareció en el circo de Kaṁsa, había muchos luchadores enormes preparados para matarlo. De hecho, Él fue invitado allí para ser matado. Su enemigo Kaṁsa pensaba: «Pronto los muchachos vendrán. Durante dieciséis años hemos tratado de matarlos, pero ese muchacho Kṛṣṇa no pudo ser matado. Pero ahora Lo he invitado como huésped, y cuando llegue peleará con estos luchadores, y ellos Lo matarán». La gente atea o demoniaca está siempre pensando en Kṛṣṇa, Dios, en términos de matarlo. Por lo tanto, ellos presentan sus teorías de que Dios está muerto. Ellos creen que, si Dios muere, tendrán entonces libertad de actuar como les plazca. Pero, en lo que respeta a sus verdaderas actividades, puede que Dios esté muerto o vivo, pero el agente de Dios, la energía material, es tan fuerte, que nadie puede hacer libremente nada malo. Tan pronto como alguien hace algo malo, ocurre un castigo inmediato. No requiere de la presencia de Dios. Dios puede que esté muerto o vivo, pero la energía material es suficiente en sí misma para castigar a cualquiera que viole las leyes materiales, incluso en lo más mínimo. Dios ha dispuesto esas condiciones, pero la gente necia no lo entiende.
Sin embargo, el Señor Caitanya habla de ocupar favorablemente todos los sentidos en el servicio de Kṛṣṇa, con una vida devocional pura. Debemos ocupar favorablemente nuestros sentidos, y debemos hacer todo lo que Kṛṣṇa quiera. Pero, incluso si alguien ocupa sus sentidos en contra de la voluntad de Kṛṣṇa, pero aun así piensa en Kṛṣṇa, eso también es ventajoso. La bruja Pūtanā, por ejemplo, pensó en matar a Kṛṣṇa. Así como la actividad de las personas santas consiste en servir a Dios, así mismo los demonios y ateos están siempre dispuestos a matar a Dios. Pūtanā penso: «Mataré a Kṛṣṇa. Él es sólo un niño». Ese es otro error de los demonios. Ellos piensan que Kṛṣṇa, o Dios, es un niño u hombre común. Así que Pūtanā estaba pensando de esta manera: «Untaré mi pecho con veneno, y cuando el niño vaya a chupar mi leche, morirá». Al estudiar esto, vemos que ella se acercó a Kṛṣṇa como enemiga de Él, y, sin embargo, por Él ser muy misericordioso, la aceptó como a una amiga. Él la aceptó a ella sin tomar en cuenta la porción demoníaca de su mentalidad. Toda entidad viviente está condicionada, pero Kṛṣṇa no lo está. Un médico o psiquiatra atiende a dementes, pero él no se vuelve demente. Puede que algunas veces un paciente se enfurezca con él o le diga malas palabras, pero el médico permanece ecuánime y simplemente lo atiende. De igual manera, si alguien considera a Kṛṣṇa su enemigo, Kṛṣṇa no se vuelve su enemigo.
Pūtanā fue a envenenar a Kṛṣṇa, pero Él lo tomó de otra manera. Él pensó: «Yo chupé de su leche materna. Por lo tanto, ella se ha vuelto Mi madre». Kṛṣṇa la trató como madre, y, por lo tanto, ella se liberó alcanzando la misma posición que Yaśodā, la verdadera madre de Kṛṣṇa. Se concluye entonces que la perfección más elevada consiste en establecer una relación favorable con Kṛṣṇa, pero, incluso si alguien se ocupa de manera desfavorable, Kṛṣṇa es tan misericordioso que al menos le dará la salvación. Todos los enemigos que fueron muertos por Kṛṣṇa, se liberaron de inmediato.
Dos clases de hombres pueden fundirse en el brahmajyoti impersonal: aquel que aspira intencional-mente a fundirse en el brahmajyoti impersonal puede entrar en él, y aquellos que son enemigos de Kṛṣṇa y que son muertos por Él pueden también hacerlo. Por lo tanto, el devoto concluye: «¿Por qué habría yo de aceptar una condición que se ofrece incluso a los enemigos de Dios?
Caitanya Mahāprabhu recomienda el servicio devocional puro. No se debe tener ningún deseo de complacer los propios deseos materiales, no debe existir ningún intento de entender a Kṛṣṇa mediante filosofía experimental, y no debe realizarse ninguna actividad fruitiva para obtener beneficios materiales dados por Kṛṣṇa. El único deseo debe ser servirle favorablemente, como Él lo desee. Si Kṛṣṇa quiere algo, entonces debemos hacerlo. Supónganse que yo pidiera a un discípulo: «Mi querido discípulo, por favor, dame un vaso de agua». Es entonces su deber darme un vaso de agua. Si él piensa: «Prabhupāda quiere un vaso de agua, pero ¿por qué no darle algo mejor? ¿Por qué no un vaso de leche caliente?», eso no es servicio. En su opinión, la leche caliente es muy sabrosa y es mejor que el agua; no obstante, puesto que yo he pedido agua, él tiene que darme agua, no leche. Eso es servicio favorable. Tenemos que entender lo que quiere Kṛṣṇa. Cuando existe esa relación íntima, podemos entonces servir a Kṛṣṇa de lo más favorablemente. Y mientras no exista esa relación íntima, debemos recibir información de lo que quiere Kṛṣṇa a través del medio transparente, el maestro espiritual.
El vaiṣṇava nunca piensa que tiene una relación directa con Kṛṣṇa. El Señor Caitanya dice: «Yo soy el sirviente del sirviente del sirviente del sirviente – cien veces el sirviente del sirviente – de Kṛṣṇa». Tenemos que acceder a volvernos el sirviente del sirviente del sirviente. Ése es el proceso de sucesión discipular, y si queremos desarrollar verdadero y trascendental amor por Dios, tenemos que adoptar ese proceso. Debido a que la gente no acepta ese proceso, no desarrolla verdadero amor por Dios. Ellos hablan de Dios, pero de hecho no aman a Dios; por no haber cultivo de servicio devocional puro, aman al perro.
Puede que digamos «amor por Dios», pero, si no adoptamos ese principio, tendremos entonces que amar al perro, no a Dios. Ése es el error. Caitanya Mahāprabhu dice que, si verdaderamente queremos amar a Dios, tenemos que seguir el proceso del servicio devocional puro. Caitanya Mahāprabhu no está hablando en base a Su propia invención mental; Sus declaraciones se encuentran confirmadas en Escrituras védicas tales como el Nārada-pañcarātra y el Śrīmad-Bhāgavatam. Esos dos libros, y la Bhagavad-gītā, son Escrituras muy auténticas dirigidas a los devotos. Caitanya Mahāprabhu cita un verso del Nārada-pañcarātra: hṛṣīkeṇa hṛṣīkeśa-sevanaṁ bhaktir ucyate. Ésa es la definición del servicio devocional puro. Hṛṣīkeṇa hṛṣīkeśa-sevanaṁ. Hṛṣīkeṇa significa «mediante los sentidos». Tenemos que ocupar nuestros sentidos; no ocupar sólo nuestras mentes. Si alguien dice: «Estoy siempre pensando en Kṛṣṇa», eso no constituye servicio devocional puro. La meditación consiste en pensar, pero nadie piensa en Kṛṣṇa; ellos piensan en el vacío o en algo impersonal. Si alguien piensa en Kṛṣṇa o en Nārāyaṇa o en Viṣṇu, como se prescribe en las Escrituras védicas, eso es verdadero yoga; la meditación yoga significa enfocar la mente en la Superalma. La Superalma es la representación de Kṛṣṇa en la forma de Nārāyaṇa de cuatro brazos. Incluso Patañjali, una autoridad en el sistema de yoga, prescribe la meditación en Viṣṇu. Pero, así como la gente está fabricando procesos religiosos falsos, los supuestos yogīs de hoy en día han fabricado su propia manera de pensar en algo vacío.
Pero el Nārada-pañcarātra dice: hṛṣīkeṇa hṛṣīkeśa- sevanaṁ: debemos ocupar no sólo la mente, sino también los sentidos. Debemos ocupar los sentidos al servicio del amo de los sentidos. Estas tres palabras sánscritas son muy significativas. Hṛṣīkeśa significa «el Señor de los sentidos». Así que bhakti-yoga significa servir con los sentidos al Señor de los sentidos. El Señor de los sentidos es Kṛṣṇa. Debemos siempre recordar que tenemos nuestros sentidos debido a que quisimos disfrutar de este mundo material, y, por lo tanto, el Señor nos ha dado un conjunto particular de sentidos para nuestro disfrute. El cerdo tiene un tipo particular de cuerpo y de sentidos, debido a que quiso disfrutar de comer excremento. En forma similar, un hombre tiene un tipo particular de cuerpo y de sentidos debido a que quiso disfrutar de alguna otra cosa. Tenemos un conjunto particular de sentidos condicionados con los cuales disfrutar del mundo material, y eso es lo que tenemos que purificar. Nuestros sentidos son originales, pero ahora están cubiertos por deseos materiales. Tenemos que curarnos y liberarnos de semejantes deseos. Cuando los sentidos dejan de estar inclinados hacia la complacencia material de los sentidos, ese estado se denomina devoción pura.
De ese verso del Nārada-pañcarātra podemos entender que el alma espiritual tiene sentidos originales. El alma espiritual no es impersonal, por pequeño que sea el cuerpo en el que haya entrado; ella tiene sentidos. Quizás encontremos un insecto en un libro. Es muy pequeño, más pequeño que la punta de un alfiler, pero aun así, se mueve; tiene todos los sentidos. Las pequeñas bacterias también se mueven, y tienen sus sentidos. Originalmente, todas las entidades vivientes tienen sentidos. No vayan a creer que los sentidos se han desarrollado bajo ciertas condiciones materiales. La teoría atea dice que bajo condiciones materiales hemos desarrollado sentidos, que en la condición espiritual no hay sentidos, y que somos impersonales. Sin embargo, por la lógica y la razón eso no puede ser así. Una diminuta partícula de fuerza espiritual tiene sus sentidos aunque tenga un tamaño más pequeño que un átomo. Esos sentidos, estando cubiertos por elementos materiales, se manifiestan de una manera desvirtuada. Tenemos que purificar los sentidos, y cuando los sentidos estén purificados, podremos ocuparlos para el placer del amo de los sentidos. Kṛṣṇa es el amo y propietario de los sentidos. Por lo tanto, debido a que nosotros somos partes integrales del Señor Supremo, nuestros sentidos los hemos tomado prestados de Él; están alquilados. Lo mejor es utilizar los sentidos para la satisfacción sensual de Él, y no para la nuestra. En eso consiste el proceso de conciencia de Kṛṣṇa pura.
El Señor Caitanya da un ejemplo de devoción pura tomado del Śrīmad-Bhāgavatam: en el Bhāgavatam se dice que Kṛṣṇa se encuentra situado en el corazón de todo el mundo. Por lo tanto, así como los ríos fluyen y su tendencia natural es llegar al mar, así mismo, tan pronto como oímos hablar de las glorias del Señor, nuestra alma de inmediato se siente atraída por el Señor Supremo. Ése es el comienzo del servicio devocional puro. Tan pronto se vibra el canto de Hare Kṛṣṇa, de inmediato las pertenencias de Kṛṣṇa, el nombre de Kṛṣṇa, la fama de Kṛṣṇa, la morada de Kṛṣṇa, los acompañantes de Kṛṣṇa – todo – , repentinamente se manifiestan internamente, debido a que Él está presente. Ése es el comienzo de nuestra conciencia de Kṛṣṇa. Recordar algo en relación con un contexto significa que, tan pronto como oímos una palabra clave, recordamos de inmediato toda la información que hay tras esa clave. De igual manera, cuando nuestra mente se ve atraída por Kṛṣṇa y por todo lo relacionado con Kṛṣṇa simplemente por oír una pequeña glorificación de Sus cualidades, ése es el comienzo de la conciencia de Kṛṣṇa pura. En ese momento no hay más gati, o movimiento de la mente.
Exactamente así ocurría con las gopīs: tan pronto como oían el sonido de la flauta de Kṛṣṇa, lo dejaban todo. Algunas estaban acostadas, otras estaban trabajando en sus asuntos familiares, algunas estaban cuidando a sus hijos, pero tan pronto como oían la flauta de Kṛṣṇa, lo olvidaban todo y corrían a Él. Sus esposos, sus hermanos y sus padres, decían: «¿Por qué os vais, abandonando vuestros deberes?». Pero a ellas no les importaba; simplemente se iban. No hay ningún impedimento ni obstáculo en esa fusión de la mente con Kṛṣṇa. Ése es el comienzo de la devoción pura.
Puruṣottama significa Kṛṣṇa. La palabra puruṣa significa «disfrutador». Las entidades vivientes condicionadas son disfrutadores falsos, disfrutadores de imitación. Aquí en el mundo material, todas las entidades vivientes están actuando como puruṣas. El significado más exacto de puruṣa es «varón». Al varón se le considera el disfrutador, y a la hembra, lo disfrutado. En el mundo material, bien sea que se tenga un cuerpo masculino o uno femenino, todo el mundo tiene la propensión a disfrutar, y, por lo tanto, todo el mundo recibe el nombre de puruṣa. Pero, en realidad, el único puruṣa es el Señor Supremo. Nosotros, las entidades vivientes, somos Su energía, y Él es el disfrutador supremo. No somos puruṣa. Toda energía se emplea para el disfrute, y nosotros somos energías, instrumentos de la Persona Suprema. Por lo tanto, Puruṣottama es Kṛṣṇa, la persona suprema y trascendental. Cuando nuestra devoción pura por la Suprema Personalidad de Dios se utiliza y no hay impedimentos u obstáculos, es ése el signo de la conciencia de Kṛṣṇa pura.
En la ejecución del proceso de conciencia de Kṛṣṇa pura, no hay ambición ni motivación personal. Todas las demás funciones trascendentales o formas de adoración están seguidas por una motivación personal: algunos quieren salvación, algunos quieren prosperidad material, algunos quieren ir a un planeta más elevado, algunos quieren ir a Kṛṣṇaloka. Estas ambiciones no deben existir. El devoto puro no tiene ambiciones de ese tipo. El devoto puro ni siquiera desea ir a la morada suprema de Kṛṣṇa. Por supuesto, él va, pero no tiene ningún deseo de ello. Él simplemente quiere ocuparse plenamente en el servicio de Kṛṣṇa.
Hay diferentes clases de salvación. Existe la liberación sālokya, vivir en el mismo planeta que el Señor Supremo. Los habitantes de los planetas Vaikuṇṭhas viven en el mismo planeta que la Suprema Personalidad de Dios. La liberación sārṣṭi significa tener prácticamente la misma opulencia que Nārāyaṇa. El alma individual liberada puede presentarse tal como Nārāyaṇa, con cuatro brazos, los cuatro emblemas, casi los mismos rasgos corporales, la misma opulencia, los mismos ornamentos, las mismas edificaciones, todo. Sārūpya significa tener la misma forma o los mismos rasgos. Sāmīpya significa no estar nunca lejos del Señor Supremo, sino estar siempre en Su compañía. Por ejemplo, así como nosotros nos encontramos sentados juntos, así podemos estar con el Señor. Eso se denomina sāmīpya-mukti, la liberación de estar más cerca. Sin embargo, los devotos puros no aceptan esas diversas formas de liberación. Ellos sólo quieren estar dedicados al servicio de Kṛṣṇa. Ellos no están interesados en ninguna clase de liberación. Aquellos que verdadera-mente poseen conciencia de Kṛṣṇa, alcanzan la compañía del Señor Supremo, pero no la desean; su única ambición consiste en estar dedicados al amoroso servicio trascendental del Señor. La perfección más elevada del servicio devocional, o conciencia de Kṛṣṇa, se exhibe cuando un devoto rehusa aceptar cualquier bendición o ganancia otorgada por el Señor Supremo. A Prahlāda Mahārāja se le ofreció lo que quisiera; tan sólo tenía que pedirlo. Pero él dijo: «Mi Señor, yo soy Tu sirviente eterno. Es mi deber servirte a Ti, así que ¿cómo puedo aceptar beneficio alguno de ello? Si lo hiciera, no sería Tu sirviente; sería un comerciante». Él respondió de esa manera, y ése es el signo de una persona pura. Kṛṣṇa es tan bondadoso que complace todos los deseos de un devoto, incluso si éste quiere bendiciones materiales. Si en el fondo del corazón del devoto hay algún deseo, Él también complace eso. Él es así de bondadoso. Pero la posición sublime del bhakti-yoga, del servicio devocional, es que el devoto puro rehusa aceptar las diversas clases de liberación, aunque se las ofrezca el Señor Supremo.
Si alguien tiene deseos internos o motivaciones materiales internas, y se dedica al servicio devocional en busca de la realización de esos deseos, el resultado será que nunca obtendrá amor puro por Dios. Si está pensando: «Estoy dedicado al cultivo de la conciencia de Kṛṣṇa, al servicio devocional de Kṛṣṇa, debido a que quiero tal y cual opulencia», puede que ese deseo se cumpla, pero nunca obtendrá un amor inmaculado por Kṛṣṇa tal como el que las gopīs tenían. Si tiene una motivación personal, no será capaz de alcanzar la etapa del amor puro por Dios, aun a pesar de que desempeñe su deber devocional. Rūpa Gosvāmī dice en un verso del Bhakti-rasāmṛta-sindhu: «Mientras deseemos algún beneficio material (bhukti), o incluso si queremos salvación (mukti), entonces debemos aceptar esas representaciones fantasmales». Mientras esa māyā exista en el corazón, ¿cómo podremos disfrutar de la bienaventuranza espiritual que se obtiene del amor puro por Dios? En otras palabras, si tenemos deseos materiales, o incluso un deseo de salvación, no podremos alcanzar el amor puro por Dios. La devoción pura está desprovista de todo deseo, consiste en simplemente prestar servicio amoroso por el valor que tiene en sí mismo.
Existe un vívido ejemplo en la vida de Rūpa Gosvāmī. Rūpa Gosvāmī y su hermano Sanātana Gosvāmī vivían separados en Vṛndāvana, llevando a cabo su bhajana, servicio devocional. Rūpa vivía en el bosque, y no había ninguna facilidad para cocinar una buena comida o para mendigar de la aldea un capātī para comer. Rūpa Gosvāmī era el hermano menor, y pensó: «Si pudiera conseguir algunos alimentos, podría entonces preparar unos sabrosos platos y ofrecérselos a Kṛṣṇa, e invitar a mi hermano mayor». Él tuvo ese deseo. Al instante, una amable muchacha de unos doce años de edad se acercó, y le dio una gran cantidad de alimentos: leche, harina, ghī, etc. Ése es el sistema védico; algunas veces, los casados regalan alimentos a los mendigos y sabios que se encuentran en la orden de vida de renuncia. Rūpa Gosvāmī estaba muy contento de que Kṛṣṇa hubiera enviado tantas cosas, y de que él pudiera ahora preparar un banquete. Lo preparó, e invitó entonces a su hermano mayor.
Cuando Sanātana Gosvāmī llego, se mostró sorprendido. «¿Cómo has obtenido cosas como éstas? Has preparado este banquete en el bosque. ¿Cómo es posible?»
Así que Rūpa Gosvāmī explicó: «Por la mañana lo deseé, y casualmente Kṛṣṇa me envió todas estas cosas. Una amable muchacha vino, y me las ofreció». Él estaba describiendo a la muchacha: «Una muchacha muy amable».
Sanātana dijo entonces: «Esa muchacha amable es Rādhārāṇī. Has aceptado servicio de Rādhārāṇī, la eterna consorte del Señor. Es un gran error».Ésa es la filosofía de ellos. No aceptaban que el Señor les sirviera. Ellos simplemente querían prestar servicio. Pero Kṛṣṇa es tan astuto que Él también quiere servir a Su devoto. Él busca una oportunidad de servir a Su devoto. Eso es competencia espiritual. Un devoto puro no quiere nada de Kṛṣṇa; él únicamente quiere servirle. Y Kṛṣṇa también busca la oportunidad de servir a Su devoto. Kṛṣṇa está siempre tan ansioso de complacer a Su devoto como el devoto lo está de complacerlo a Él.
Así es el mundo trascendental. En el plano absoluto no hay explotación. Todo el mundo quiere servir; nadie quiere recibir servicio. En el mundo trascendental, todos quieren dar servicio. Tú quieres darme servicio a mí, y yo quiero darte servicio a ti. ¡Es una actitud tan hermosa! Este mundo material significa que yo quiero robarte a ti, y tú quieres robarme a mí. Eso es todo. Así es el mundo material. Tenemos que tratar de entenderlo. En el mundo material, todos quieren explotar a su amigo, a su padre, a su madre, a todo el mundo. Pero en el mundo trascendental, todos quieren servir. Todo el mundo tiene a Kṛṣṇa como el punto central de servicio, y todos los devotos, bien sea como amigos, o sirvientes, o padres o amantes de Kṛṣṇa, todos quieren servirle a Él. Y al mismo tiempo, Kṛṣṇa también quiere servirles a ellos. He ahí una relación trascendental; la principal función es el servicio, si bien no hay necesidad de servicio, ya que todo el mundo está satisfecho. No hay hambre, no hay necesidad de comer; pero, aun así, todo el mundo ofrece cosas sabrosas para comer. Así es el mundo trascendental. A menos que alcancemos la etapa de únicamente servir a Kṛṣṇa o a Su devoto, no podremos saborear el placer trascendental del servicio. Si tenemos alguna motivación personal, entonces ese sentido nunca despertará. Sin motivación personal, sin deseo de complacencia personal de los sentidos, debemos ofrecer servicio al Señor Supremo y a Sus devotos.
La Ciencia de la Autorrealización VIII – El Amor más Elevado

Por Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Fundador y Actual Ācārya (maestro espiritual iniciador) del movimiento Hare Krishna
“Si me marcho, no hay causa de lamentación. Siempre estaré con ustedes a través de mis libros y mis ordenes. Siempre permaneceré con ustedes de esa forma.”
(Mayo 5, 1977)
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