El ladrón que se volvió devoto

COMENZAR
2 mins lectura

Kṛṣṇa dice en el Bhagavad-gītā, nāhaṁ prakāśaḥ sarvasya yoga-māyā-samāvṛtaḥ (BG 7.25): “Yo no me revelo ante cualquier persona. Yogamāyā, yogamāyā les cubre”. Entonces, ¿cómo pueden ver a Dios? Gente sinvergüenza preguntan eso: “¿Puede mostrarme a Dios? ¿Ha visto usted a Dios?”. Dios se ha vuelto un simple juguete. “Aquí está Dios. Él es una encarnación de Dios”. Na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥ prapadyante narādhamāḥ (BG 7.15). Son pecaminosos, sinvergüenzas, necios, lo más bajo de la humanidad. Preguntan así: “¿Puede mostrarme a Dios?”. –“¿Qué cualidades ha desarrollado usted para ver a Dios?”.

Aquí se explica la cualificación necesaria. ¿Cuál es? Tac chraddadhānā munayaḥ. Ante todo, hay que tener fe. Tener fe. Śraddadhānāḥ. Realmente hay que tener un gran deseo de ver a Dios. No que como una tendencia, algo frívolo: “¿Me puede mostrar a Dios?”. Magia, como que Dios es magia. No. La persona debe ser muy seria. “Sí, si Dios existe… Lo hemos visto, nos han dado informaciones acerca de Dios. Así que debo verlo”.

Hay una historia en relación con esto. Es muy instructiva, traten de escuchar. Un recitador profesional estaba recitando acerca del Bhāgavata, y estaba explicando que Kṛṣṇa, muy adornado con todas las joyas, lo mandan al bosque a cuidar las vacas. Y en esa reunión había un ladrón, y el ladrón pensó: “¿Por qué no voy a Vṛndāvana y le robo todo a ese muchacho? Está en el bosque con todas esas valiosas alhajas. Puedo ir y pillar al niño y llevarme todas las joyas”. Esa era su intención. Así que era serio: “Debo encontrar a ese muchacho. Y así, en una sola noche me haré millonario. Tantas joyas. No”. Así que fue allá, pero su cualificación era que: “Debo ver a Kṛṣṇa, debo ver a Kṛṣṇa”. Esa ansiedad, ese intenso deseo, hizo que le fuera posible ver a Kṛṣṇa en Vṛndāvana. Vio a Kṛṣṇa igual que había explicado el recitador del Bhāgavata. Entonces él vio: “¡Oh!, ¡oh!, eres un muchacho tan bueno, Kṛṣṇa”. Y comenzó a halagarle. Pensaba: “Halagándole, me llevaré las joyas”. Y cuando propuso su verdadera intención: “¿Puedo llevarme algunos de Tus adornos? Eres tan rico”. “No, no, no. Tú… Mi madre se enfadará. No puedo…”. Kṛṣṇa era un niño. Así que él tenía cada vez más deseo por Kṛṣṇa. Y entonces… Por la relación con Kṛṣṇa, él ya se había purificado. Y, al final, Kṛṣṇa dijo: “De acuerdo, te las puedes llevar”. Entonces él se volvió devoto, inmediatamente. Por la relación con Kṛṣṇa…

Así que, de una u otra forma, debemos ponernos en contacto con Kṛṣṇa. De una u otra forma. Entonces nos purificaremos.

A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda
Lectura SB 1.2.12 — Los Ángeles, Agosto 15, 1972

Kṛṣṇa Kiśora dāsa

En cada pueblo y aldea, al servicio de mi maestro espiritual Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

ANTERIOR

El Bhagavad-gita es el principio básico

SIGUIENTE

La vida no puede provenir de la materia

error: El cotenido está protegido!