Carta a: “Hijos” en Nueva York
Vrindavan
26 de Julio, 1967
67-07-26
Queridos “hijos” de Nueva York,
Por favor acepten mis bendiciones. Tuvimos un buen viaje en avión de aquí a Nueva Delhi, aunque tomó algo más de tiempo de lo que habíamos anticipado. Llegamos a Londres en la fecha prevista, domingo por la mañana, y Kirtanananda me dio un masaje, y después tomé una ducha y descanse hasta la tarde. Abordamos el avión hacia Moscú y no nos habíamos siquiera sentado cuando fue anunciado que debido a una “regulación de salud” habría un retraso corto, sin embargo, el retraso se convirtió en algunas 16 horas. Parece que alguien en el avión cuando llegó a Londres tenía viruela, por lo que el avión entró en cuarentena hasta que pudiera ser completamente fumigado. Así que para pasar la noche nos alojaron en el Hotel “Excelsior”, el cual era algo así como un palacio de ensueño, completo con aire acondicionado, TV, Hi-Fi, alberca, y todo lo demás. Tuvimos una buena comida y dormimos muy bien. Abordamos el avión por segunda vez la siguiente mañana a las nueve a.m., y partió hacia Moscú poco después, y llegamos a ese bastión de propaganda alrededor de tres horas después. Tuvimos una hora de parada allí, así que bajamos del avión para solo tomar una caminata. Nos encontramos con un “amigable guardia” y nos informó que se quedarían con nuestros pasaportes hasta que regresáramos al avión, y después fuimos “guiados” por el pasillo hasta la terminal. A diferencia de Londres y Nueva York no había ajetreo en la terminal, tampoco había muchas personas, ¡y estaba muy tranquilo! Las únicas cosas notables fueron las imágenes de propaganda y los muchos estantes de libros gratuitos y literaturas. Estuvimos contentos de volver al avión y partir hacia Delhi. El vuelo de Moscú a Delhi tomo alrededor de 8 horas, y cuando llegamos era alrededor de media noche hora local, y cuando salimos del avión ¡SUPE QUE ERA INDIA! Fue como caminar sobre un muro de CALOR. Pero fue lo que había estado deseando, y se sintió bien para mí. Algunos amigos estaban ahí para recibirnos, así que después de pasar por aduana fuimos a la ciudad, en donde permanecimos (y en donde estamos actualmente) en un Templo de Radha Krishna cerca de la puerta de Kashmir.
El día de hoy he consultado a dos médicos de Ayur Veda, de los cuales uno de ellos es famoso en estos barrios, y concluyeron que mi problema está en mi corazón, pero que todo peligro ha pasado, y que estaré bien, siempre y cuando siga medidas regulativas simples con mi dieta y trabajo. También me han dado medicina, así que veremos que es lo que desea Krishna. El día de mañana, si Krishna quiere, iremos a Vrindavan, a donde me puedes enviar correos.
He reproducido la grabación varias veces aquí, y cuando la escucharon, pensaron que es asombrosa. Estoy muy ansioso, incluso más que nunca, por nuestra Casa Americana en Vrindavan. Siempre dije que si pudiera conseguir que los muchachos y muchachas Americanas tomaran este movimiento, el resto del mundo se uniría. Ahora mi teoría está siendo probada. Por lo que ahora estoy dependiendo de todos ustedes para llevar a cabo esta gran misión en mi ausencia; canten y escuchen, y Krishna los bendecirá.
Su siempre bienqueriente
A.C. Bhaktivedanta Swami