El único y verdadero amigo es Kṛṣṇa.

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El ejemplo del sueño es muy adecuado. En razón de distintas condiciones mentales, en los sueños nos vemos expuestos a situaciones ventajosas o desventajosas. Algo parecido ocurre con el alma espiritual: no tiene nada que ver con la naturaleza material, pero por su mentalidad de dominarla, se ve sometido a la posición condicionada de existencia.

En este verso se explica la existencia condicionada como dhyāyato viṣayān asya. Viṣaya significa «objeto de disfrute». Mientras siga pensando que puede disfrutar de las cosas materiales, el alma continuará en la vida condicionada, pero tan pronto como recupere la cordura, comprenderá que no es el disfrutador, pues el único disfrutador es la Suprema Personalidad de Dios. Como se confirma en el Bhagavad-gītā (5.29), Él es el beneficiario de los resultados de todos los sacrificios y penitencias (bhoktāraṁ yajña-tapasām), y el propietario de los tres mundos (sarva-loka-maheśvaram). Él es el verdadero amigo de todas las entidades vivientes. Pero nosotros, en vez de dejar en manos de la Suprema Personalidad de Dios la propiedad, el disfrute y la posición de verdadero amigo de las entidades vivientes, pretendemos ser los propietarios, los disfrutadores y los amigos. Ejecutamos obras filantrópicas, considerándonos los amigos de la sociedad humana. Puede que alguien se proclame como un gran activista en pro de la nación, el mejor amigo del pueblo y del país, pero en realidad, no puede ser el mejor amigo de todos. El único amigo es Kṛṣṇa. Uno debe tratar de elevar la conciencia del alma condicionada para que pueda entender que el verdadero amigo es Kṛṣṇa. Kṛṣṇa nunca engañará a aquel que se haya hecho amigo Suyo, y le dará toda la ayuda que necesite. Despertar esa conciencia en el alma condicionada es el servicio más grande, y no el dárselas uno mismo de «el mejor amigo» de otra entidad viviente. El poder de la amistad es limitado. Aunque alguien pretenda ser amigo, no puede serlo ilimitadamente. Hay una cantidad ilimitada de entidades vivientes, y nuestros recursos son limitados; por lo tanto, no podemos ofrecer ningún provecho verdadero a la generalidad de la gente. El mejor servicio que podemos brindarles es despertar su conciencia de Kṛṣṇa, de manera que puedan saber que el disfrutador supremo, el propietario supremo y el amigo supremo es Kṛṣṇa. Entonces, el sueño ilusorio de enseñorearse de la naturaleza material se desvanecerá.

En este verso está muy bien explicado el proceso de liberación. La naturaleza material nos ha impuesto su condicionamiento porque nos consideramos el disfrutador, el propietario o el amigo de todas las entidades vivientes. Esa falsa creencia es el resultado de pensar en la posibilidad de disfrutar de los sentidos. Cuando alguien se considera el mejor amigo de sus compatriotas, de la sociedad o de la humanidad, y se ocupa en distintas actividades nacionalistas, filantrópicas y altruistas, no hace más que concentrarse intensamente en la complacencia de los sentidos. El supuesto líder nacionalista o humanista no sirve a la gente; solamente sirve a sus sentidos. Es un hecho. Pero esto no puede entenderlo el alma condicionada, pues está desconcertada debido al hechizo de la naturaleza material. Por consiguiente, lo que en este verso se recomienda es ocuparse con gran seriedad en el servicio devocional del Señor. Esto significa que no debemos considerarnos el propietario, el benefactor, el amigo o el disfrutador. Siempre debemos tener presente que el verdadero disfrutador es Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios; ese es el principio básico del bhakti-yoga.

Debemos estar firmemente convencidos de los tres principios siguientes: Kṛṣṇa es el propietario, Kṛṣṇa es el disfrutador, y Kṛṣṇa es el amigo. Siempre debemos recordar esto. Y no solamente entenderlo nosotros mismos, sino tratar de convencer a otros y propagar el movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa.

Cuando alguien se ocupa con seriedad en el servicio devocional del Señor, de modo natural en él desaparece la propensión a proclamar falsamente su señorío sobre la naturaleza material. Ese desapego se denomina vairāgya. En vez de estar absorto en el supuesto señorío material, se ocupa en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa; eso es control de la conciencia. El proceso de yoga implica controlar los sentidos. Yoga indriya-saṁyamaḥ. Como los sentidos están siempre activos, hay que ocuparlos en actividades de servicio devocional, pues no es posible mantenerlos inactivos. Quien trate de impedir artificialmente la actividad de los sentidos, fracasará en su intento. Incluso el gran yogī Viśvāmitra, que trataba de controlar sus sentidos por medio del proceso de yoga, fue víctima de la belleza de Menakā. Hay muchos ejemplos como ese. Si la mente y la conciencia no están ocupadas por completo en servicio devocional, siempre cabe la posibilidad de que la mente se llene de deseos de complacencia de los sentidos.

Es muy significativo un punto concreto que se toca en este verso, cuando se dice prasaktam asatāṁ pathi: La atracción por asat, la existencia material temporal, está siempre en la mente. Como hemos estado en contacto con la naturaleza material desde tiempo inmemorial, nos hemos acostumbrado a estar apegados a la naturaleza material temporal. Hay que fijar la mente en los eternos pies de loto del Señor Supremo. Sa vai manaḥ kṛṣṇa-padāravindayoḥ. Hay que fijar la mente en los pies de loto de Kṛṣṇa; entonces, todo irá muy bien. De este modo se recalca en este verso la seriedad del bhakti-yoga.

En la práctica del yoga hay ocho etapas diferentes: yama, niyama, āsana, prāṇāyāma, pratyāhāra, dhāraṇā, dhyāna y samādhi. Yama y niyama significa practicar el proceso de control siguiendo regulaciones estrictas, y āsana se refiere a las posturas para sentarse. Esas prácticas nos ayudan a elevarnos al nivel de fe requerido en el servicio devocional. La práctica del yoga como ejercicio físico no es la meta final; la verdadera finalidad es concentrar la mente, controlarla, y aprender a establecerse fielmente en el servicio devocional.

Bhāvena, o bhāva, es un factor muy importante en la práctica del yoga o de cualquier proceso espiritual. Bhāva viene explicado en el Bhagavad-gītā (10.8): budhā bhāva-samanvitāḥ: Debemos estar absortos en pensamientos de amor por Kṛṣṇa. Aquel que sabe que Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, es la fuente de todo, y que todo emana de Él (ahaṁ sarvasya prabhavaḥ), puede entender el aforismo del Vedānta que dice: janmādy asya yataḥ («la fuente original de todo»), y entonces puede absorberse en bhāva, el estado preliminar de amor por Dios.

En el Bhakti-rasāmṛta-sindhu, Rūpa Gosvāmī explica con todo lujo de detalles cómo se obtiene ese estado preliminar de amor por Dios, bhāva. Allí afirma que, en primer lugar, hay que tener fe firme, ser śraddhayānvitaḥ. La fe se obtiene con el control de los sentidos, bien sea por medio de la práctica de yoga, siguiendo las reglas y regulaciones y practicando las posturas para sentarse, o bien directamente con el bhakti-yoga, como se recomienda en el verso anterior. De los nueve aspectos distintos del bhakti-yoga, el primero y más importante es cantar y escuchar acerca del Señor. Eso se menciona aquí también. Mat-kathā-śravaṇena ca. Para llegar al nivel de fe requerido, pueden seguirse las reglas y regulaciones del sistema de yoga, o puede alcanzarse el mismo objetivo simplemente cantando y escuchando acerca de las actividades trascendentales del Señor. La palabra ca es significativa. El bhakti-yoga es directo, y el otro proceso es indirecto. Pero si alguien emprende el proceso indirecto, no alcanzará el éxito si no llega a ocuparse por completo en el proceso directo de escuchar y cantar las glorias del Señor. Por lo tanto, en este verso se emplea la palabra satyena. Con respecto a esto, Svāmī Śrīdhara comenta que satyena significa niṣkapaṭena, «sin duplicidad». Los impersonalistas están llenos de duplicidad. A veces simulan ejecutar servicio devocional, pero en última instancia, su idea es volverse uno con el Supremo. Eso es duplicidad, kapaṭa. El Bhāgavatam no permite tal duplicidad. Al principio del Śrīmad-Bhāgavatam se afirma claramente: paramo nirmatsarāṇām: «Este tratado, el Śrīmad-Bhāgavatam, se dirige a los que están completamente libres de envidia». Aquí se subraya de nuevo el mismo punto. Quien no sea completamente fiel a la Suprema Personalidad de Dios y se ocupe en el proceso de escuchar y cantar las glorias del Señor, no tiene posibilidad de liberarse.

Śrīmad-Bhāgavatam 3.27.4-6  –  Significado

Por Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupāda

Fundador y Actual Ācārya (maestro espiritual iniciador) del movimiento Hare Krishna
“Si me marcho, no hay causa de lamentación. Siempre estaré con ustedes a través de mis libros y mis ordenes. Siempre permaneceré con ustedes de esa forma.”

(Mayo 5, 1977)

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